Muchas veces nos quedamos mirando nuestro propio ombligo, y de repente,llega una Dana tan fuerte como esta y nos damos cuenta de que tenemos la obligación moral de no creenrnos el ombligo del mundo. Cuanta desolación. Cuanto dolor. Cuanta tristeza. Yo, que tengo una vida ahora muy plena, me doy cuenta, que pese a mis muchas teclas, soy una mujer afortuna.Pido a mi Dios, al Dios d elos cristianos que la gente siga ayudando, que intenten abrir colegios para que los más pequeños puedan ir a la escuela, para que los políticos aúnen esfuerzos por el bien común, y no utilicen la Dana con fines electoralistas. Por favor, es muy serio, pongan baños, que nadie se quede sin medicamentos...queda mucho por hacer. Y no dejemos de dar donativos a la gente que por una u otra causa no podamos desplazarnos hasta allí, gracias a los periodistas por la cobertura que están teniendo en la televisión y en la radio. Y aunque pueda parecer una tontería,mis rezos estáan con todos los damnificados. Muchos besos desde Cullera, Valencia.
Mónica Rubio Ohoa
4-noviembre-2024
Paz para Ucrania y Oriente Medio.. Protección a la infancia, los migrantes, los pobres, los damnificados de la dana, por los mayores, por los discapacitados...etcñetera, etcétera,etcétera
Besos muy profundos de mi alma y mi corazón para todos aquelllos que están sufriendo.
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