Qué felicidad! Para alcanzarla no cuesta nada, sólo los buenos propósitos, la alegría al caminar, y el "saber oír sin dejar de escuchar". Me gusta la vida bonita, la tranquilidad, y hay dos voces femeninas que no he nombrado aún pero que me encantan: Amaya la de Mocedades y como no nombrar a Luz.
Me gustan las gentes sencillas de buen corazón, la alegría pintada en mi cara y en mi corazón. Pura energía, pura bondad, es lo que me enseñaron mis padres, mi familia y mi Fe en Dios. En mi sólo encontraréis las ganas de vivir y de luchar. Gané mi propia guerra y olvidé el mal y la difamación.
Mónica Rubio Ochoa
16-02-2018
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