Si hay algo que la vida me ha enseñado es a no tirar la toalla. Incluso en momentos duros siempre he vuelto a levantar el vuelo y no amilanarme por nada. Soy una mujer que sus momentos duros los hace fáciles, pues actúo con claridad meridiana es como se me conoce. Y he vuelto a ser como yo era, pero quizá más astuta, y me he dado cuenta de que mi corazón de tanto vapulearlo se ha convertido en un buen corazón, con un intelecto muy superior al que tenía hace unos años. He crecido en un buen ambiente, donde todos hemos amado a nuestros padres, y ahora que estoy "coja" de madre, las tres hijas nos volcamos en el gran sabio. Y nada, me gusta mirarme al espejo y pensar para mí: sé que valgo la pena. Y la verdad, también estoy contenta por el seguimiento de mi blanco blog...pero hay muchas cosas que no pude evitar pero que me reservo para quien de verdad me ayuda, mi familia y demás. Y bueno, la gente puede ser muchas veces tan metepatas e insidiosa, que, lo que os digo: paso. Me quedo con la gente seria que no pierde el tiempo en juzgarme y digo que "el no juzgar" es mi credo. Si hay algo que la vida me ha enseñado es a no tirar la toalla. Besos, seguidores mudos, y no, no me como a nadie. Y confío mucho en el de arriba....por muy anacrónico que parece, yo confío en Dios, y creo que ÉL hace cosas maravillosas en mi vida.
Mónica Rubio Ochoa18-febrero-2019
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