Solía y he vuelto a vivir sin enfados. porque no vale la pena. Pero a veces me pongo firme en especial cuando sé que tengo razón. Es verdad que la gente no se muerde a lengua a la hora de "platicar" pero hay gente que le gusta desenvainar el sable de la sinrazón y ponerse borde. A esa gente, ni agua, no están ni estarán en mi vida. Intento llevar una vida ejemplar y sin enfados, doy muestra de una madurez muy grande, mucha más de a de mi edad, y cuando veo que se me ha tratado mal pues eso, me he sentido muy pero que muy ofendida, y no, no, no en la vida "no vale todo" y en la buena educación y las buenas maneras tampoco. Me he visto metida en un buen embrollo de dimes y diretes, así que cada palo aguante su vela y haga examen de conciencia. Yo soy una persona que no se metía en ningún lío y que si pequé de alguna cosa fue de mi fuerza del corazón. Llevo un año muy confuso pero cuando llega la noche procuro no acordarme de las injusticias, y estar en paz conmigo misma, y con mi credo. Hago análisis de todo lo bueno que he podido hacer, de todo lo que me he divertido, de todo lo que he sentido en esta fuerza de mi corazón. Y en verdad os digo que mi corazón cada vez es más limpio y puro, que un día mío es complicadillo y que quizá lo que me pasó una vez no volverá a pasarme, no porque no quiera sino porque haya perdido además en el amor verdadero. Es duro, pero es así como lo siento.Y ssssssííí me voy a la playita de mis amores, a estar tranquila y a leer y a disfrutar y hacer un poco de ejercicio. Valencia es preciosa, pero está llena de ruidos y quiero la paz de Cullereta. Besos a todos y una canto a la Vida, la naturalidad, la naturaleza, y al ángel custodio que al menos conmigo, trabaja duro y bien.
Mónica Rubio Ochoa
10-03-2018
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