Mis días pasan plácidos y serenos. Hoy es de esos días que se puede decir que es un buen día. Hoy soy feliz, ¿qué cambia? Nada, sólo el saberme en posesión de una verdad, mi verdad. Sólo yo sé si he sufrido más que otros, o si me he reído más que otros. A eso no le doy importancia. Le doy importancia al sentirme una mujer completa, con sus luces y sus sombras, con mi manera original de ser la alegría de mi casa. Me río, más que antes. Digamos que he recuperado la sonrisa franca y que nunca he vacilado con nadie ni he tratado a nadie mal, conscientemente. Y bueno, me siento bien en mi piel, he comido en casa de mi hermana y lo he pasado muy bien. Hay gente en el que el umbral de la felicidad está al alcance de su mano, y yo lo he superado con creces. Cuido de los míos como buenamente puedo, y mi cabeza es una fuente de ideas y de poesía. ¿Qué se burlan algunos? Bueno, en fin, paso de ellos. Me gusta traspasar la barrera de la inteligencia, y me siento como "Alicia en el país de las Maravillas" cruzando el espejo. Tengo mucha imaginación y la potencio, pero distingo el bien del mal, la traición de la amistad, el apoyo del cotilleo vulgar, Y pienso que el tiempo pone a cada uno en su sitio y que uno es lo que siembra. Yo intento sembras amor, bondad, amistad, porque sé que eso es bueno...de corazón.
Mónica Rubio Ochoa
28-04-2018
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