domingo, 7 de febrero de 2021

MI LÍMITE

Es cierto esa expresión de que "cada persona tiene su límite", ¿Por qué lo digo? Porqué yo también lo tengo, sí, como todo el mundo. Y ese límite me avisa de cuando tengo que frenar para que las cosas, las personas y los recuerdos no me hagan daño. Y mira que he llorado lágrimas negras. ¿Y de que me ha servido? Quizá para saber que hay gente que me quiere tal y como soy y hay otra gente que simplemente ha sentido curiosidad y que hay otros a los que no les caigo bien. Pero lo que sí sé, es que siempre me puede el alma y el corazón. Tengo muchas tablas, las he adquirido después de aceptarme con lo que Dios me ha dado. Y siempre he jugado limpio en mi vida, aunque he errado en muchas cosas, me he caído y me he levantado. He escuchado parte de lo que se decía de mí...bah, habladurías. Sólo sé que duermo bien y que funciono mejor. Tengo un lío de familia importante. Pero yo particularmente he empezado a olvidar muchas cosas, porqué la maledicencia de alguna gente me ha hecho mucho daño. Es tan real lo que he escrito y tan grande mi amor al de arriba que me asusto. Y bueno, para aprender, perder. Y he aprendido de todo en estos últimos años, de la soledad, de los padres y los hijos, de los maestros, y también de los políticos, de los periodistas, de los futbolistas, de los famosos,  maestros, pero sobre todo he aprendido mucho por mi misma: he aprendido que el rencor, los celos, y los enfados no van a ninguna parte, aunque reivindico muchas veces "el derecho al pataleo". Y a la gente que lo está pasando realmente mal en esta pandemia, todo mi ánimo. Besitos a los que me leéis. 
Mónica Rubio Ochoa
07-febrero-2021

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