Me descuadro muchas veces, pero me gusta el momento que vivo, aunque no es diferente que el de muchas mujeres, que con los años somos más sensatas y prudentes, sensibles y tolerantes con algunas cosas y situaciones y que pierden la vergüenza pues ya somos mucho más adultas, para y quien le pese. Os diré una cosa: he luchado muchísimo contra muchas cosas, he puesto en su sitio a mucha gente incluidos muchas veces a una parte de mi familia, pero personalmente mi lucha era conmigo, con mi pasado, y con algunos comentarios que se han explicitado contra mí. Veréis, yo no tengo una varita mágica, yo procuro que la gente que vive y está a mi alrededor se encuentren todos bien, pero no me olvido de mí, y vivo lo más feliz que sé. Si por mi fuera, quizá no saldría a la calle, porque hay gente que todavía hoy en día insultan y ridiculizan a las mujeres. Soy bastante inteligente como para darme cuenta. Pero mal que me pese, son 52 añitos muy sufridos, pero con cosas muy bonitas, muchos recuerdos preciosos de mucha gente que, ellos sí, me han ayudado en mi lucha. Y ahora estoy viviendo con esperanza, con religiosidad, con tenacidad, y sí, a veces hasta con cabezonería. Pero tengo ganas de ponerme el mundo por montera y decir a los cuatro vientos...¡ahí os quedáis! y sí yo tengo mis propios problemas como para aguantar más problemas, aunque mi coco, es del 10, hoy en día. Y el amor...soy un completo desastre...pero soy de las que se ha enamorado pocas veces pero de una manera muy intensa. Dentro de 4 días es el día de los enamorados. Como os dije ayer, no tengo pareja y realmente no la he tenido nunca, pero será otro día solitario, donde mi persona solitaria, volverá a sentirse sola. Pero tendré a mis hermanas, a mis amigas, y a la gente que siempre está hay en mi lucha. Nada más por hoy, siempre quise caer bien, pero es una ingenuidad, porqué supongo que no se puede caer bien a todo el mundo. Pero al menos tengo una buena educación. Besitos, amores, que me leéis. Rezo mucho, muchísimo, pero no tengo la solución de todo en mis manos. Y no, yo ya no voy a volver a trabajar nunca, pero creo que me merezco mi descanso emocional enorme. ¿No creéis?. Yo, hoy, creo en Dios.
Mónica Rubio Ochoa
10-febrero-2021
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