En la vida recibes lo que das: si das amor recibes amor, si muestras buen rollo es lo que recibes. Estoy contenta. Y eso que creo que voy superando mis inseguridades, que son muchas, con ayuda de los míos. Me encuentro en un momento bueno de mi vida, hago pequeñas acciones que me llenan y me aportan la autoestima que había dejado por el camino, y me he dado cuenta que valgo la pena, como todo el mundo. No me gusta ser ni más ni menos que nadie. Y cuando me enamoro, es que me enamoro de verdad, eso sí, me pego cada batacazo que ya, ya, pero me siento fenomenal, con mucho cariño por los míos, y con una Fe inmensa que hay que cuidar. Sé que ser católica no está de moda, pero, sí, lo soy, y para el que no lo sea que lo vea como un club, con sus normas al que quiere o no pertenecer. Y bueno me gusta la gente que es educada, que tiene algo que aportar, con independencia de la edad, raza, y de más. Y digo lo de siempre: conmigo desde la juventud me gastaban bromas pesadas, y no me gustan para nada. Yo sé quien soy hoy, una mujer que no se mete con nadie, y que quizá mi destino sea ser soltera. Me gusta cuidarme, y arreglarme un poquito, me siento bien. De salud, nunca he estado mejor, y creo que merecía tener esta oportunidad a través del blog para darme a conocer. Espero seguir teniendo seguidores, y os invito a tener una "charla" conmigo. Soy buena, aunque a veces me enfado cuando veo cualquier tipo de injusticia por ejemplo, en la televisión. Y nada prefiero pensar en la bondad de la gente ya que la gente mala es una pequeña minoría, que se suele retratar sola. Y la gente buena es muchísima. Así lo siento hoy. Tengo algún don, pero me lo guardo para mí. Y nada, muchos besos, hay que seguir exprimiendo la vida para sacarle su jugo y disfrutarla con cabeza:
Mónica Rubio Ochoa
21-febrero-2020
La que ha encontrado su camino
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