Me recompongo cada día, me miro ante el espejo y me digo; hoy va a ser un buen día. No me gusta discutir, ero a veces lo hago, porqué me da coraje que no me den la razón cuando la tengo. Y nada, mi vida sigue de lo más normal, hoy mi hermana nos ha invitado a comer porque era su cumpleaños y he comido de lujo, muy bueno todo. Así, he hecho algo diferente hoy. Y además, he dejado el sufrimiento aparcado, y he comenzado a disfrutar como nunca antes lo había hecho. Eso no ha sido ahora sino en los últimos meses. Sé que me cuesta hacer algunas cosas, me falta un sólo empujoncito. Tengo al padre más bueno del mundo y eso es un orgullo para mí, lo tengo como ejemplo, como referente. Y nada, en el amor ya tiro la toalla, porqué soy clásica para eso y me gusta que el amor sea cosas de dos y no de tres. Y bueno, me encuentro genial en otros ámbitos de mi vida, con mi particular historia de superación.
Ah, ya veo mucha tele, antes me daba una especie de yu-yu. Sé que es buena compañía lo mismo que la radio. Y nada, os dejo por hoy, besitos, seguidores mudos, gracias por escucharme:
Mónica Rubio Ochoa
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