No nacemos con todo sabido, la vida está entre otras cosas para aprender. Si nos fijamos en los niños pequeños nos damos cuenta de como avanzan rápido en el aprendizaje. Y de adultos, ¿nos queda mucho por aprender? Yo creo que sí, y cada uno en un momento comienza a enseñar, enseñar sobre las experiencias que ha vivido, o sobre los libros que ha leído o películas que ha visto. Pero hay otra cosa de la que muchas veces nos olvidamos en especial porqué vamos muy estresados: a disfrutar. Disfrutar con pequeñas o grandes cosas, en la cotidianidad de tu vida, viendo lo bello de todo y sacando la bondad y alegría, y el encanto, estas tres cualidades si las tienes. Yo pido poco a la vida, me conformo con lo que he conseguido hasta ahora, que es mucho, tengo una amplitud de miras y una buena educación, pero cuando me enfado, a veces puedo ser muy borde y con una lengua muy afilada. Pero no me suelo enfadar, casi nada. Hoy en día me estoy recuperando de muchas heridas de alma y de corazón, pero tengo una gran familia en quienes apoyarme, y por mucho que a veces vea todo negro, a la mañana siguiente, después de un buen descanso, me levanto con energías renovadas dispuesta a comerme el mundo. Lo digo como lo siento. Pero ¡qué rollos os meto!, lo importante de verdad es la salud. Quien la tiene puede disfrutar de todo lo demás o de eso sólo. La vida es complicada y difícil. pero a la vez que bello viaje con tantas cosas, recuerdos, música, la vida...es preciosa...¡Y olé!
Mónica Rubio Ochoa
04-mar-2020
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