dulce mujercita callada y sin espantos
Tú, mi dama, mi princesa, la de los ojos negros
Dame la copa del amor queme la bebo yo
Inmagina que entro en tus sueños como un ladrón,
y te despiertas con anhelo y ves que no estoy
Imagina conmigo que si me besas
dulce dama, resucita mi pasión.
Mónica Rubio Ochoa
04-octubre-2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario