lunes, 5 de octubre de 2020

¿PORQUÉ LE DOY TANTA IMPORTANCIA AL AMOR?

Para empezar, creo que lo he dicho muchas veces, siempre desde jovencita era muy romántica y me ilusionaba muy fuerte con algunos chicos de entonces. Pero la vida me llevó por otros derroteros: estudios, cuidados, trabajos...y poco a poco me fui olvidando del amor infantil, para convertirme en adulta y ahora en mi edad madura. El amor pasados los cincuenta es más reposado y claro, más tranquilo y sosegado, y bueno supongo qué pensaréis que la vida no es fácil para nadie: mi madre se tiró 25 años en una silla de ruedas, y yo fui un importante pilar para ella junto con mi padre. Tuvo esclerosis múltiple. Fue una luchadora y uno de los espejos en que mirarme. He tenido una vida muy normal, y quizá no tuve suerte yo tampoco en mi salud. Pero ahora que mi madre ya no está, siento y recuerdo la parte bonita de nuestras relaciones, lo que nos reíamos con ella, y mi padre, que es un padrazo siempre estuvo al pie del cañón. Se portó muy bien mi padre, como siempre se ha portado con todos: él es el otro espejo en que mirarme. Y sí, soy muy conservadora en el amor porqué a mis padres les fue bien pese a la enfermedad, y porqué sí, porqué era mucho más bonito lo de antes, el amor para siempre, y cuando este verano por Cullera veo gente mayor de la mano, me encanta ¿A quién no? Pero bueno, si no encuentro yo un hombre, soy hetero, no pasa nada, no es una carrera de obstáculos el conseguir pareja, alguna vez se tiene y otras no. ¿Qué he metido la pata en muchas cosas? Pues sí. Pero este verano he dormido tranquila, he reído con mi padre, hermanas, sobrinos, y tíos. Le doy mucha importancia a la familia. He leído mucho en esta vida, y he disfrutado de muchísimos libros...y ¿ahora? Pues a seguir, con más ilusión si puede ser, sintiéndome lo bien que me encuentro hoy en día, he cambiado mucho incluso de este verano al otoño. Siempre he guardado respeto a la gente mayor, y ahora ya formo parte de ese "gente mayor", y bueno pues me gusta el trato que tengo con mi padre y todos los valores que me inculcaron desde niña. En esto me he convertido: en una mujer con sueños y esperanzas, quizá muy naif, hasta mis pinturas lo son, a la que la vida le vuelve a sonreír sencillamente porqué yo he sonreído a la vida.
Mónica Rubio Ochoa
5-octubre-2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario