La música me acompaña desde siempre, siempre he crecido con alguna melodía pegadiza o no, pop o no. La música te hace poner los sentimientos en orden, y es divertida. Me han gustado y me gustan muchos músicos. Y de repente, es como si renaciera y me diera cuenta de que algo ha pasado por tu vida como un sunami de desdichas, te despiertas te das la vuelta y ves que vuelves a comenzar de cero. La vida es un constante aprendizaje donde hay veces que consigues dar algunas enseñanzas. Te quedas viendo la tele y descubres que te vuelves a reír...y he pasado por la historia de mi vida de puntillas, pero ahora mucho más feliz de lo que lo era antes. Descubres que son importantes los valores buenos de la gente, pero que los tuyos comienzan a aflorar, y que por muchas cosas malas que puedan pasarte siempre hay una válvula de escape, ya sea llorar o reír, o soltar todo el lastre que venías arrastrando y que era mucho. Y te das cuenta de que quizá este era mi destino, y que para aprender cosas en esta vida tienes que aprender a perder, a mi me educaron en la cultura del esfuerzo, y me pagaron una carrera. La buena educación es la mejor herencia que me dejaron mis padres, bueno, ahora mi padre sigue siendo mi referente. De repente me doy cuenta de que escribo bien, estudio bien, y todo me sale bien, y eso me da a su vez un poco de "vértigo emocional". Siempre, tuve ayuda en momentos puntuales de mi vida, pero no me impidió mi forma maravillosa de pensar, estudiar como os he dicho, y prepararme tres concursos-oposición, o probar la escritura creativa, que es esto último lo que más me entretiene y divierte. Soy honrada, muy honrada, nunca he debido nada de dinero a nadie, y hoy en día tampoco. Y bueno, la fe que tengo es también heredada, pero muy asimilada por mi pensamiento y ni corazón.
Mónica Rubio Ochoa
18-octubre-2020
Siempre se debes aferrarte a lo positivo de la vida.
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