He aprendido a cultivar el intelecto, y a cavilar menos, sólo llego hasta donde llego, pero estoy conforme y contenta no sólo con mi "coco" sino también con mi manera de ver la vida. ¿Y cómo veo la vida? Pues bella. Vale la pena enfadarse menos y vivir más tranquila, poco a poco lo voy consiguiendo y mi corazón y mi alma son dos remansos de paz. Quiero para mi esa paz que te hace dormir siempre tranquila, y al acabar os días duermo como una niña. Siento las cosas de manera constructiva, y sé que no se puede caer bien a todo el mundo, pero tampoco se debe juzgar o juzgarme sin conocer o conocerme.
Hay muchísima gente muy preparada por ahí, pero yo estoy conforme con lo que sé, con lo nuevo que aprendo cada día, y con que me encuentro "in the glory". He aprendido a ver, oír y callar. Y sólo hablo cuando me preguntan directamente algo. Estoy todavía adaptándome a Valencia, que es una ciudad muy ruidosa, y una ciudad muy jaranera. Para mi vida quiero tranquilidad, quiero alegría, quiero que los míos estén bien. Pero también me gusta reírme como la que más, soy de las que tienen la sonrisa en la cara puesta, pero la de los últimos tiempos es una sonrisa de verdadera alegría y tranquilidad interior. Por hoy, nada más. Besitos sinceros a los que me leéis:
Mónica Rubio Ochoa
07-noviembre-2020
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