Nunca hay que arrepentirse de las cosas buenas que nos pasaron, yo ya tengo una edad y miro la vida desde un prisma más amplio. Pero hay recuerdos, los buenos y también los malos que hay que borrar cuando el dolor duele más. Sigo con lo mío: la vida es demasiado maravillosa. Y yo soy una más, que ha sobrevivido a muchas cosas. Y que tengo una mente que me hace que los retos intelectuales me resultan fáciles, sí, me lo resultan. Y quizás he visto ya demasiadas cosas y he vivido otras tantas, lo que me hace ser prudente en cada una de mis acciones, En realidad "no doy puntada sin hilo". Me apetecen unas Navidades tranquilas para mí, pero ante todo, para mí como creyente católica. Creo que van a ser "raras" las Navidades y espero que sean solidarias con los que no llegan a fin de mes. Lo de la pandemia nos ha vapuleado en exceso. Yo, gracias a Dios, tengo en mi corazón paz, amor, descanso y sosiego. Y aunque la vida haya sido algo injusta, yo no me cambiaría por nadie, en primer lugar porqué no puedo (je, je,je, je) y en segundo lugar, porqué creo que he llegado a mi punto álgido de intelecto. Yo me empapo de buena música española, del arte, el que veo, del cine, del teatro, de un poco de música clásica, y aunque mi vida ha sido un camino de rosas pinchándome en cada una de sus espinas, me conformaría con ser un sencillo ramo de margaritas. La política me sigue interesando, las tertulias, el fútbol. Y espero tener una vida ancha y amplia, para poder disfrutar de lo que venga. Estoy algo cansada, cansada de tener que dar explicaciones a todo el mundo, así que hoy voy a daros mi callada por respuesta. Seguidores, que tengáis suerte, y que todos aprendamos a remar en la misma dirección para ayudar con vistas al bien común. Sólo eso:
Mónica Rubio Ochoa
27-noviembre-2020
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