Las palabras se las lleva el viento pero los sentimientos no, quizá el tiempo los atenúa pero cuando se siembra amor, si es correspondido, prefiero creer y apostar que es "para siempre", en especial con mi edad, 52 añitos, que ves muchas cosas desde otra perspectiva, más relajada y tolerante con muchas cosas, y tan cuidadosa con otras tantas, aunque cada vez con más manías y a veces demasiado impulsiva. Soy de las que han aprendido que el respeto es una palabra importantísima, y que no hay que reírse del otro sino con el otro. Si no, no vamos bien y entramos en un bucle nocivo en especial por la que es objeto de burla. Parece que ya todos nos vamos entendiendo. No busco contiendas con nadie y he perdonado mucho, pero también me he hecho más libre, y si tengo obligaciones son para con los míos. Es verdad que todavía tengo muchos sueños por cumplir y no me quitéis por favor la ilusión. Cada día soy más hogareña. Aunque me gusta quedar de vez en cuando con buenas amigas, que presumo de tener pocas pero que las conservo a lo largo de mis años. Quiero a Valencia (Y a Cullera), me gusta la gente y ya he decidido no meterme con nadie, por lo demás, todo OK, con muchas ganas de que llegue esta Navidad. Estoy hoy especialmente feliz, he dormido muy bien, he salido un poco y hacía una mañana muy luminosa. Por hoy sólo quería deciros esto...abur a los que me seguís, que tengáis un feliz jueves:
Mónica Rubio Ochoa
12-noviembre-2020
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