Con la edad aprendes a perder, y también haces que ganar sea sutil y ni siquiera le das importancia, bueno te alegras cuando te dan algún reconocimiento. Yo tengo un corazón que he aprendido a dominarlo, me refiero al amor verdadero. Tengo una manera muy directa de ser, y ahora sé que no caigo bien a todo el mundo ¿y quien sí? De todas maneras intento pasar por la vida haciendo el bien como predica mi religión, y además no me cuesta casi esfuerzo el hacerlo. Estoy en un momento dulce de mi vida, donde ya no escucho a las malas lenguas, sino a las de mi familia que sé que es un núcleo donde soy querida. Este verano, en Cullera, está siendo muy bueno, aunque he aprendido ha defenderme de las personas a las que, creo, no importarles. Y si me importa, a veces, tan sólo a veces, lo que digan malo de mí, puesto que lo hacen sin fundamento. Ah, bueno, ya he empezado a caminar, y es muy placentero llegar a casa deliciosamente cansada. Cullera es una playa estupenda y muy familiar, me siento a gusto en ella. Y nada sigo siendo una cuentista, y una poetisa, y una dibujante para mí y quien quiera seguirme en este, mi blog. Os dejo, seguidores mudos con una poesía que hace tiempo que no escribo en mi blog:
Calma
Calma en tu tranquilo ser,
mujer hermosa,
mujer de papel
Calma, y con sencillez,
tu mano en mi mano,
tranquilidad y una mirada
negra aceitunada
Calma, magia, y desdén
dibuja tu cara una sonrisa
franca y alegre, de pureza,
amor, destreza y felicidad
al verme, tú, mujer
me regalas tu ser,
que es rico en humanidad,
generosidad, y Fe
Mónica Rubio Ochoaç
12-08-2018
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