Tranquilidad, a eso aspiro, tranquilidad. Creo que con los años me merezco estar tranquila, que ha sido un regalo justo a mis desvelos. Ahora mi vida es mejor. Vuelvo a reír pese a que tengo muchos más motivos para llorar pero el desánimo y el desaliento no van conmigo. Me lo tomo casi todo con buen humor, excepto si me siento atacada, porque entonces puedo ser bastante borde. Pero tengo el corazón de miga de pan, blandito, blandito...soy capaz de perdonar a cualquiera si me lo pide, y se muestra simpático conmigo, o me hace reír. Es verdad que en parte de mi historia sigo estando en el pasado pero intento que las críticas no me afecten. Me llevo muy bien con los míos (no con los "tuyos" o los "suyos") Vivo bien, tengo y tendré toda mi vida mis necesidades cubiertas y eso también hace que esté tranquila. Y además no vivo por encima de mis posibilidades como tanta gente. Sigo el camino que yo misma transito y quiero, ansío, y vivo una cota de felicidad, pese a todo, muy alta. Besos seguidores mudos:
Mónica Rubio Ochoa
12-diciembre-2018
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