Cuantas cosas he vivido ya, y en mi plenitud de la vida espero vivir muchas más. Hay veces en que la vida te da y te quita. Pero vale la pena cuando los resultados de sufrir desemboca en algo bueno y positivo. A veces pensamos que en nuestra vida todo está estable, cuando, zas, todo lo que tenías, trabajo, compañeros e incluso amigas te fallan. Y empiezas con mucho cuidado otra fase, que es el cuidar de tu delicada salud, intentando a la vez que todo aquello como el amor de tu familia, perdure. Y si has de llorar, que tus lágrimas toquen los corazones sensibles, y si te conviertes en algo mejor, y te ve la gente con tu alegría, sin quererlo, puede que seas el centro de envidias y murmullos, eso no me apura, yo sé bien como soy y lo que tengo en mi cabecita, y me dedico a cuidar de los míos. Ahora que llega la Navidad haré mis mejores propósitos para año nuevo, como ser fiel a mi misma, pensar como pienso, y amar como lo siento. Cuantas cosas...¿no?...y bueno, la Navidad la pasaré fuera, en Madrid, y en año nuevo en Valencia. Adoro a mis sobrinos, en especial a los tres pequeñuelos. Y nada estoy contenta y muy feliz ¿Por qué? ¿por qué no?. Besos seguidores mudos, que tengáis unas felices fiestas de Navidad. Ojalá me tocara un buen pellizco...en los juegos de azar. ¿y el amor? El muérdago está colgado en el dintel de mi puerta, años ha.
Mónica Rubio Ochoa15-diciembre-2018
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