Me gustan los días y las noches que paso tranquila, y poco a poco lo voy consiguiendo. Me gusta la gente "normal", la buena gente, y me gustaría tener más amistades, de mis sentimientos, corramos un tupido velo, creo que los he desnudado muchas veces. Y pienso pasar unas entrañables navidades, y reunirme a la mesa de las personas que más quiero: mi padre, mis hermanas y no sé cuantos sobrinos. Y nada, me parece que cuesta ser como soy pese a que no me cuesta sentir como siento hoy. Soy una mujer "normal"con bastante aguante, digamos que he aprendido a ser paciente. Y bueno, mañana cuando los niños de San Ildefonso canten los números será el inicio de la Navidad, Navidad, aunque yo lo cuento desde la Inmaculada. No me siento una mujer fracasada, a veces un poco baja de moral, pero me siento una mujer muy positiva y natural. Estoy pasando un buen invierno, aunque hay mucha gente que en la amistad me ha fallado. No cuento nada nuevo, simplemente constato hechos, y además he cogido las riendas y como el trineo de Papa Noel hasta el cielo y más allá. He tenido tiempo en estos años para darme cuenta de que se puede vencer hasta en la enfermedad, y que hay a mucha gente que hay que aprender a pasar de ella, me refiero a la gente tóxica que va de no sé qué, de esa gentuza no quiero saber nada, en especial de una mujer, que ha sido dañina en mi vida. Y nada que ganasssssss! de ir a Madrid a ver a los pequeños de la familia. Ya, en nada. Y en cuanto a mis sentimientos: son puros, a veces ingenuos, transparentes, a veces guerreros en fin, Dios dirá.
Mónica Rubio Ochoa
21-diciembre-2018
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