Cuando las pequeñas cosas son importantes, tratamos de cuidarlas. En esta difícil y bella vida he decidido pasar por la misma de puntillas como una bailarina y con elegancia. Cuando las pequeñas cosas son hazañas para algunos y normalidad para otros, son alegremente importantes para mí. Yo canto a la vida, canto al amor, canto a mi pequeña verdad, canto a mis sentimientos, canto a tú y a mi corazón. Amo las pequeñas cosas si son entregadas con sinceridad y con amor y perdón. Cuando las pequeñas cosas se quedan grabadas en el alma, aprendemos a sentir y sentirnos mejor. Besos seguidores mudos, sigo en Cullera, una preciosa playa ideal en estos días. Sigo enamorada y no correspondida ¿es el destino? Ya no sé que pensar. Pero seguiré danzando, danzando, danzando...
Mónica Rubio Ochoa10-octubre-2018
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