miércoles, 9 de diciembre de 2020

ACTÚO

Actúo conforme a mi conciencia, mi conciencia está limpia de polvo y paja lo mismo que  mi manera de actuar. Soy adulta, soy una mujer adulta. Muy romántica y muy sensible, pero no hago mal a nadie nunca. Me gusta ser así, ser buena persona. Detrás de la bondad hay una mujer a la que le gustan muchas cosas, siempre que la gente no actúe contra ella sólo por dañar. El amor, mi verdadero amor ya pasó, ahora queda un poso de tristeza por él. La verdad es que soy romantiquísima. Y aunque tengo muchas teclas soy de las que piensan que el amor lo puede todo. Yo no tengo todas las respuestas sobre todo, por mucho que me informo de muchas cosas que entiendo,  no tengo todas las respuestas, y soy frágil detrás de esa coraza que llevo para intentar que no me hagan daño. Mis sueños son muchos, y con 52 años, aún me queda mucho por vivir, mucho que disfrutar, y supongo que también mucho por llorar.
No sé si lo he dicho, me encanta la fotografía, y dando paseos por la ciudad he inmortalizado lugares muy bonitos, pequeñas plazoletas, ruinas romanas, naturaleza etcétera. Valencia tiene cosas muy bonitas, y normalmente la gente es muy amable. 
Sobre el cotilleo, siempre que sea blanco lo aceptaré, pero el rumor malicioso ni lo aguanto, ni lo comparto. Hay gente que tiene mucha mala leche. ¿Os dais cuenta? Estoy escribiendo lo que he vivido durante muchos años, y tengo quizá demasiada imaginación. Esa imaginación me permite escribir mucho, y bueno,, me doy cuenta de todas las enfermedades y problemas que me hacen sentirme mal quizá por quejarme demasiado de mi suerte. Pero he cambiado mucho, y bueno, lo de la pandemia me ha hecho mucho más cuidadosa con la gente, y con una mayor conciencia de lo que pasa alrededor.
Nada más, yo sigo mi camino con la espera de la que sabe ahora esperar sin desesperar:
Mónica Rubio Ochoa
9-diciembre-2020 

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