Puedes ser más listo o más tonto, más realista o más soñadora, superdotada o no tanto, pero lo verdaderamente importante es tener un corazón sencillo, que sabe que aunque a veces se sienta sola, conmoverse con todo lo malo o bueno que hay por su vida. Cuando lo pasas mal todos necesitamos un halo de aliento que ayude a superar si has pasado un bache como siete. Y bueno, siendo un poco parlanchina y observadora os diré que todo me va muy bien, llega un momento en la vida que el miedo se va y que las inseguridades se esfuman para hacerte una mujer sin complejos y con gran facilidad de palabra, es decir, una buena comunicadora. Yo creo en el poder de las palabras, y la voz de la gente de la calle, que es la misma voz que la mía, pero yo no suelo quejarme, y aunque lo haya hecho, no fue mi intención. Con los años, en mi caso, soy más emotiva y procuro ser más sencilla, estar con los míos a las duras y las maduras. Y bueno, hoy he tenido comida familiar y he disfrutado del día. Intento disfrutar de todo lo bello que Dios, la naturaleza de mi gente pone delante mía en cada nuevo e irrepetible día. Me gusta mi vida, ¿qué soy tímida? sí, bueno quizá cada vez menos o lo suplo con un ansia por saber y por estar a bien con todos. Ser sencilla es una opción, una manera de ser, pero también creo en Dios, y para mí es maravilloso poder hablar de la fe y de como Dios ha reconducido mi vida hasta hacerme la mujer que soy hoy, que siente y que padece, que quiere ser servidora de la gente que necesite ánimo, y que espero que en este, mi blog, hayan encontrado a un ser muy especial, cordial y en definitiva, aquí tenéis una amiga. Besos seguidores mudos, os invito a ser sencillos.
Mónica Rubio Ochoa
11-noviembre-2018
Cuidad de los mayores es un deber y un regalo, haced lo mismo con los vuestros
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