viernes, 4 de septiembre de 2020

DE BUENA PASTA

Estoy hecha de buena pasta. Los enfados me duran un minuto, pero prefiero sacar todo de mi corazón para poder madurar como en los últimos tiempos he hecho yo. He superado mi propia historia de injusticia y no he perdido la sonrisa, aunque a veces he pensado "tierra, trágame". Soy trabajadora y fiel, leal y valiente, osada y de buen corazón. Observo mucho los comportamientos de la gente, pero no les hago cuentas. He leído mucho y me he dado cuenta de que soy muy "normal" en gustos y aficiones. Y tengo un portento llamado "mi cerebro" con el que he llegado a conclusiones, y bueno me interesa mucho el estudio del porqué de las cosas. Doy las gracias a aquellas personas que tuvieron una palabra amable para mí. Hoy día puedo decir que he salido por fin de muchos malos rollos y que Cullera ha sido una magnífica playa para empezar de cero. Siempre, y digo siempre, las personas de buena pasta nos merecemos una o mil oportunidades. Y no faltarnos el respeto los unos a los otros. Paz en mi corazón y sexto sentido son dos cosas que puedo ofrecer.  Nada más por hoy. 
Mónica Rubio Ochoa
04-septiembre-2020

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