UNA
ESCOBA PARA UNA BRUJA
Había una vez una bruja a la que no le gustaban los
hechizos y sortilegios. Era una bruja demasiado buena, y quería dejar su
escoba. No sabía cómo hacerlo, pero pensó: “Conozco todo sobre magia paro no sé
si puedo usarla para mí…¡lo intentaré! Así que hizo el siguiente sortilegio
“Dejo la brujería, haz de mi magia algo bello, quiero ser hada” Y de repente se
convirtió en una joven hada con su varita, y con muy dulces hechizos pero para
el bien, y desde entonces sólo uso su escoba para barrer. Fin.
Mónica
Rubio Ochoa
09-junio-2020
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