Hola! Me encuentro muy a gusto conmigo misma. He descubierto que la vida siempre vale la pena, por muchos encontronazos y trabas que tengamos en la misma. Y sí, le doy un sentido cristiano al sufrimiento. Es más fácil así y creer me ayuda muchísimo. Veo la tele con ganas de empaparme de las cosas que ocurren, sin tener que implicarme en nada pero aprendiendo de los demás, porqué a veces me ayuda. Sigo muchas cosas...y se me remueven a mi también algunas cosas del pasado que no pienso comentar porque pertenecen a mi intimidad, y estoy protegida por el artículo 18 de la constitución (opositora que he sido...je, je). Echo de menos a muchas y buenas compañeras de trabajo de la UV, y lo veo como una buena época en la que aprendí muchas cosas. Ahora estoy en otros menesteres: tranquila en la playita de Cullera y empezando como en los cuentos de hadas a levantarme cada día con nuevas ilusiones...y bueno, me va todo perfecto. Lo que no echo de menos es el sufrimiento que gracias a Dios me he liberado de ello. Y de ahí, he escrito, he llorado, he reído y he intentado hacer algo positivo con mi vida ¿Qué he conseguido? En realidad, nada, y en particular, ser escuchada. Por ahora sólo eso. Creo que todo el mundo tiene una historia de que hablar y que contar, y a veces es mejor seguir soñando, porque de los bonitos sueños se hacen bellas historias.
Mónica Rubio Ochoa
15-abril-2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario