Pues es a días. Hay días en que me como el mundo y otros en el que el mundo se me come. pero cada vez tengo menos inseguridades y sobre todo he aprendido lo que no quiero. Entre otras cosas no quiero sufrir. ya he tenido mucho sufrimiento, muchísimo, pero también he tenido mucha alegría y felicidad, y me encuentro tranquila en mi burbuja de confort. Sobre el destino, creo que es caprichoso. Yo no me he arrugado luchando contra ruedas de molino, hasta que me he dado cuenta de que soy importante para los míos y para el de arriba. He lidiado con muchas burlas, con mi voz, con mi peso, pero os diré algo: tengo una familia como la copa de un pino, primero con mi padre que se merece todo, y demás. Yono busco culpables, aunque mucha gente actúo conmigo de una manera maliciosa, pero he aprendido a no achantarme. Defendí un amor imposible. Defendí mis valores. Defendí mis creencias. Fui consecuente con todo lo que me pasó. Y os lo aseguro después de estas cosas y de mucha ayudahe aprendido a aceptarme con mis limitaciones y a tener ganas de aprender, cantar, escribir y pintar. Se me ha caído la venda de los ojos. Pero sé que tengo a muchas personas de mi lado, en especial a mi amiga C, que siempre está ahí. Me he convertido en estos años en una mujer hecha y derecha, con la vida organizada, que he aprovechado mi tiempo con los míos, y que, aunque con algunas carencias afectivas, me siento libre y agradecida. Nada más por hoy.
Mónica Rubio Ochoa
12-julio-2021
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