Nunca olvido las cosas, me acuerdo de muchas cosas de mi vida, pero siempre acabo quedándome con lo bueno. ¿Para qué remoer historias del pasado que me hicieron mucho daño? Pero bueno, he llegado a donde he llegado, cumpliendo siempre con todo y sí, si rascáis un poco encontareís a una buena persona, pero clara como el agua. Veo las cosas como me enseñaron, respetando las opiniones de otros por absurdas que algunas puedan parecerme, ¿Qué si tengo problemas? Cómo todo el mundo, sólo que de vez en cuando me cargo de problemas de otros principalmente, y de los míos. Yo no tengo miedo a la enfermedad, como he dicho muchas veces, y nunca he traicionado a nadie queriendo. Si me han contado algo lo comento en casa, pero no se me puede catalogar de chismosa. Soy de verdad, de piel, de las que dejaron de acobardarse en estos últimos años. Tengo muchas cosas en que entretenerme, muchos viajes por hacer y mucho mundo interior. En estos últimos años he salido poco, y me he dado cuenta de varias cosas: cada día soy más casera, y ya no me llaman ni las discotecas, ni los festivales...los conciertos no digo que no, pues tengo una "buena sintonía con la música y me parece la musicoterapia una gran cosa". Y en medio de la pandemia, ylo del volcán y todo he descubierto España como una tierra solidaria, buena, sólida y con grandes pensadores. Personalmente, ahora voy más despacio, escuchando, hablando sólo lo necesario con extraños, y vocándome en toda mi familia, que es una familia como cualquier otra, con sus peleas y reconciliaciones entre nosotros. Ahora que duermo genial, todo me parece bonito. Ahora estoy en la terraza de nuestro apartamento, viendo el mediterráneo, este precioso mar. Y comiendo más sano. Sigo viendo las noticias de todo tipo, y leyendo en los ratitos que puedo. Nada más, aún estaré en Cullera un tiempecito. Besosssssss kiseeeeeesssss.
Mónica Rubio Ochoa
Me siento muy afortunada.
30-septiembre-2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario