Veía la vida tan clara que cegada de amor perdí una historia antes de ser comenzada. Así me siento, una tonta, y una ridícula que ha tenido que pasar momentos muy dificiles, y que siempre soñaba con que alguien especial me rescatara de los peligros, y me amara ta y como soy. Pero bien, todos conocemos el cuento de la lechera, como se le rompe el cántaro cuando ella está pensando que hará con los beneficios. Por otro lado, he aprendido mucho de la naturaleza humana, y he llorado muchísimo...y mientras, unos cuantos se reían. Sólo le pido a Dios y a la vida una confortable estancia en la misma, y que a mi padre no le falte de nada, en especial cariño. Por lo demás, tengo un oído de tísico, uno bien, el otro con acúfeno. Y con el que oigo bien...lo oigo todo. En realidad, voy a intentar ser buena y coherente, se han burlado mucho de mí, y he tenido que poner los puntos sobre las-íes en este blanco blog, y sí, soy inteligente, y tengo muy buena, buenísima memoria, por ejemplo me acuerdo de cosas de Villa Cisneros, Sahara, un par de años antes de la Marcha Verde. Sólo estuve de los dos añitos a los cuatro, pero fue una buena e infantil experiencia. No lo había contado antes, pero me ha dado el punto de hacerlo ahora. Y nada más por hoy, kiseessssss, besossssssssss:
Mónica Rubio Ochoa
21-,marzo-2022
Paz para Ucrania
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