Intentoque no me afecten las cosas, porqué he escuchado muchas c tonterías, y siempre pienso que estoy por encima de eso. Pero no, en realidad soy muy sensible y necesito exteriorizar mis sentimientos aunque sea llorando o riendome, en realidad he llegado a un punto mental en que no sé si es mejor reír o llorar. Lo que sí sé es que el orgullitoes mal consejero y superado eso, yendo tranquila, y con esfuerzo, a veces me cuesta salir pero salgo de todas, porqué soy sincera. Hay veces en que el mundo me parece sencillo, y moldeable,quiero decir todos deberíamos trabajar por un mundo mejor. Es una meta muy complicada pero pienso que cada persona debe aportar su granito de arena.
Por lo demás, estoycontenta. He salido a comprar unas cosas abrigada por el frío. Y aunque no me apetecía nada lo he hecho. Me estoy cuidando el cuerpo y el alma. Cuidar el alma es necesario para seguir sintiendo. Y bueno, sé que hay infinitos problemas, enfermedades, guerras y todo.Pero cuandotienes un cuadro y voy a suavizar las cosas con inmsonmnio, depresíón, ataques de ansiedad...te recluyes hasta que un buen día vuelven tus fuerzas y te enfrentas a la vida de una manera pausada. Y luego, osea ya ahora, aprendes a reírte de ti misma, y te acuerdas de la gente que te ha apoyado como los terapeutas, amistades, vecinos, incluso extraños....y bueno ¿Sabéis lo qué pasa? Quñe tengo una gran familia detrás y aveces me chupan toda mi energía. Pero a su vez, no entiendo la vida sin ellos., en especial por mi padrazo, el que siempre ha estado ahí.
Y sí, lo reconozcó, y parezco una folclórica, con todos mis respetos (me encanta la copla), que caí en una manera en la qué, como decirlo, no actuaba yo sino mi avatar, y no estuve bien,y me arrepientomuy mucho. Pero eso ya pasó, y ahorasoy una mujer, como siempre del montón, como otra mujer, que se enamoró sin ver nada malo en nadie, y me hice la irrisión de mi pueblo. Pero no dejé de leer la Biblia de Jerusalem, y apoyarme en la Iglesia y en los curas católicos,que me dieron siempre buenos consejos en confesión. Soy una católica practicante, Y sí, sé que no soy una monja, nunca he tenido esa vocación. Como dije una vez soy una soltera con vocación de casada y puede ser que ese sea mi destino. Destino del que tampoco huyo, pero el hombre d emi vida es un hombre casado y bien casado (Ponerme la Zarzamora de Lola Florés)
Cambiando de tema, me sigo divirtiendo con los periodistas del corazón, recuerdo ue mi madre se entretenía mucho con eso. Por eso cuando veo a alguien hablando mal de su madre o su padre o los dos, me da pena. Pensad que no vivirá siempre y que son los que han hecho que estés hoy aquí, bien y cuidado.
Os dejo que hoy me he enrrollado bastante. MIles d ebesos a los que me leéis:
Mónica Rubio ochoa
27-febrero-2024
Paz en Ucrania e Israel-Gaza. Protección a la infancia, los mayores y los discapacitados.
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