miércoles, 2 de enero de 2019

CALOR DE HOGAR

Estos meses pasados y siempre he necesitado calor de hogar. Yo cuido de los míos y a veces se me olvida cuidar de mi misma, pero también lo hago. Tengo bastante familia, y como en todas, hay días buenos y no tan buenos. Este año no me apunté al gym por varios motivos pero los dos principales fueron porque necesitaba el calor de mi hogar y cuidar del Gran Sabio.Él se ha desvivido por todos nosotros y ahora nos toca a sus hijos cuidarlo, y yo me lo he propuesto en este 2019. Por lo demás todo me va bien, duermo como una marmota, descanso de todo, y me centro en mis sanos hobbies y en dibujar, y hacer muchas más cosas. Me estoy leyendo un libro sobre la confianza, y yo ya la voy recuperando. No me gustan los murmuradores, a ver si me explico: no me importa el cotilleo de la tele o de cualquier otro, lo que me molesta es la gente que hace daño con la murmuración contra los demás. A mi me ha pasado de todo en esta vida, me tocó mi propia batalla, en la que por fin ya tengo fuerzas suficientes para decir que la tengo ganada, pero siempre cuidándome mucho y dejándome ayudar. Me siento feliz, pero no como ¡soy feliz! ¡soy feliz! sino como una felicidad interna y serena, donde he aprendido a sobrevivir a mis propios miedos reales e imaginarios. Y bueno, os sigo deseando una muy buena entrada de año a mis seguidores mudos. Y que ¡Viva Valencia y la gente de buen corazón!
Mónica Rubio Ochoa
02-enero-2018

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