Gracias a los que me leéis, a vosotros, seguidores mudos por estar. Da gusto cuando te sientes escuchas porqué a veces se necesita. Quizá a veces no he sabido escuchar yo, pero estoy atenta a todo lo que puedo. Os hablaría hoy del pensamiento, ese que a veces sirve para soñar despierta, puesto que tuve una niñez feliz, pero me pasaron muchas cosas ajenas a mi en la juventud, pero aquí estoy ahora, sobreviviendo.
Procuro no ofender ni juzgar a nadie, además soy buena perdonando a la gente que me ha hecho daño, pero a veces el dolor que me han infringido ha sido demasiado, y no hablo de desamor sino de ningunear a mi persona.
Gracias a la gente que me ha visto madurar en especial a mis hermanas, padre y sobrinos. Ahora el Gran Sabio anda un poco pocho. Pero estará bien, así lo deseo y así lo encomiendo.
Escribo, escribo muchísimo, es una forma de realizarme, escribo muy "bonito" y soy muy ordenada, cada día más. Ya no me escondo de nada, porque ya no se puede hacer más daño como ya se me ha hecho.
Bueno os hablaré un poco de que las mujeres somos sensibles, yo mucho, hipersensible, y sólo recibo zascas por todos lados, en especial por gentuza, porque es gentuza quien juzga a una mujer sin conocerla, o por su peso, o por no sé cuantas chorradas más.
Cada vez me gusta más el mundo de los niños y los perros porque los adultos, menos algunos, se pasan tres pueblos. Bueno, a quien no le guste, que no me mire. He estado grave, y aún así nunca perdí mis sonrisa, que es mi seña de identidad. Procuro buscarme cosas para evadirme. Ahora me ha dado por hacer cursos en internet para seguir aprendiendo porqué como dice el refrán "El saber no ocupa lugar". Y bueno, soy muy detallista y estoy muy acostumbrada a hacer regalitos a la gente que me importa, como a mi mejor amiga; Carmen.
Una verdadera amiga es la que está a las duras y a las maduras, y que si tiene que corregirte te corrige pero con amor casi fraterno.
Mónica Rubio Ochoa
18-01-2019
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