martes, 21 de abril de 2020

PALABRAS

Me quedo con las palabras buenas como amor, perdón y gracias. Los hechos que acompañan a esas palabras son siempre o casi siempre, buenos. La fuerza de la palabra, es muy importante como un ¡ánimo! puede ayudarte y como una palabra hiriente puede hundirte, y suele estar en boca de los necios. 
   En esta cuarentena he reflexionado mucho, de lo divino y de lo humano, y soy una mujer muy consecuente que me he hecho a mí misma. Es verdad que tengo que superar muchas cosas, y que se me ha infringido mucho dolor, pero bueno, ni robo, ni mato...y me he dado cuenta que al sol, con cuidados mínimos, y con una gran meticulosidad analizo el pasado, vivo el presente y sueño con un futuro mejor para los míos y para mí. 
   Me gusto, me gusta saber que mi arma más poderosa la tengo encima de los hombros, que me gustaría ampliar mis amistades con gente simpática y "viva" , y que agradezo al Gran Jefe todo lo que he pasado hasta darme cuenta de que soy una pequeña margarita en un nido de flores con espinas.
  Siempre he salido a flote en todo, he pasado épocas muy flojita, he estado "grave" pero gracias a Dios y a mi gran familia sigo en el candelero de la vida, preciosa vida.
  No busquéis en mí tres pies al gato, porque os equivocaríais, soy muy sencilla, y pienso que la vida te devuelve lo que le pides ¿Y qué pido yo? poder despertarme cada mañana y asomarme en Cullera a ver tantos preciosos amaneceres que fotografiaba cuando otros dormían, dormir agarrada a mi almohada con las satisfacción de un día muy aprovechado, y seguir soñando, porque soy una soñadora. 
  Quizá pensáis que pasar de los cincuenta es ser viejo, bueno, que le pregunten a uno de 70...lo de la edad nunca ha sido un problema para mí, acepto la mía y la arruguitas de al lado de los ojos. Me río más que nunca, y hace tiempo que se me secaron los ojos de tanto sufrir y llorar. Un buen día se me cortó el llanto, y comencé a ser más libre que nunca. No he parado de aprender, y algunas cosas puedo enseñar, soy maestra. Me está, por cierto gustando después de la gimnasia de Cesc, que también me gustan mucho sus clases, las clases de los maestros, porque hay cosas que de adultos se nos olvidan y por lo menos a mí se me refrescan.
   Sobre el coronavirus, estoy cansada del confinamiento, como todo el mundo, pero intento animarme sola o en compañía de los míos. Y bueno, os invito a que me sigáis conociéndome. De amor ya no hablo, dicen que la que mucho habla poco consigue. Pero es que soy romantiquísima. Pienso también que he sufrido "acoso y derribo" por gente que se ve que no tenía nada mejor que señalarme con el dedo como si hubiese hecho algo malo. Pues no. Me siento a veces muy insegura, y otras veces segurísima. 
Y nada, quiero felicitar a alguién, ya sabéis que me gusta mucho la música española, pues adoro a Alejandro Sanz, porque su música es muy de piel, y él tiene ese "no sé que" que enamora. Creo que me falta uno o dos cd de todos los que ha compuesto. Y siempre que saca un cd nuevo, ahí estoy mi hermana B o yo comprándolo.
  Creo que llorar es sano, a la vez que la risa, porqué echas toda tu rabia en lágrimas de desconsuelo. Y el amor....Dios dirá, todo sin prisa pero sin pausa. 
Bueno...¿A qué ya os caigo un poco mejor? A mi también me desahoga mostrar mi corazoncito...y escribo muchas cosas, soy infinito creativa...y en eso que no hace daño a nadie no pienso parar. Muuuuuuuuuuuuuuuacccccccccccsss seguidores mudos. ¿Muchas palabras, no? Pues sí, soy rollereta.
Mónica Rubio Ochoa
21-abril-2020
Un abrazo a todos los que luchan, ayudan, enfermos y a los que no están en esta terrible pandemia

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