Siempre fui soñadora y leía mucho de niña, soñaba mucho, hacía teatrillos y funciones. Tuve una infancia feliz. Lo demás, fue un añadido y un despropósito. Pero ahora no, aunque sigo siendo una soñadora, a la que le gusta ser protagonista de mi propio "cuento". Espero que os haya gustado mi blog blanco, y sé que ha llegado a muchas personas y algunas se han reído de mí. Molesta un poco pero ya no importa. Ahora paso el confinamiento como buenamente puedo y sé. Y vuelvo a ser soñadora pero con los pies bien anclados en el suelo. Busco respuestas de alguien que no me ha hecho preguntas. Y he visto la injusticia pero eso no ha sido impedimento para salir reforzada cada nuevo día, y descansar por la noche. Yo también me río, pero no siempre, se me escapan carcajadas con algunos memes, y canto canciones románticas de siempre. Me gusta pensar que lo bueno siempre está por llegar. Y nada más por hoy, me siento fuerte, y no temo a muchas cosas a las que antes tenía miedo: he madurado.
Mónica Rubio Ochoa
27-abril-2020
Bbbbbbbbbbbbbeeeeeeeee te adoro.
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