sábado, 8 de septiembre de 2018

CONFESAR

Confesar la alegría es casi un pecado.
Confesar un amor puede parecer anticuado.
Bueno, ya se van mis tres sobris, y sigo aquí escuchando buena música y viendo pasar los días con toda la calma que puedo. Estoy empezando a respirar hondo y estar segura antes de emitir ningún juicio de valor con otra persona. Huyo de la gente que vive de dar juicios de valor y me gusta mucho más a gente juiciosa y con sentido común, ambas cosas yo ahora las tengo a raudales...y no me he quedado callada ante lo que me ha molestado, y sigo amando Cullera...y a Valencia. Besos, seguidores mudos:
Mónica Rubio Ochoa
8-09-2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario