Las personas como yo solemos salir a flote con paciencia pero no guardamos rencor ni al que nos hundió. ¿Por qué lo digo? Sencillamente, es verdad que me han hecho faenas en la vida especialmente cuando era jovencilla, pero hoy en día he aprendido a vivir sin guardar rencor ¿rencor? cero patatero. Sencillamente no me compensa y soy más feliz así, sin rencor. Y bueno, mi corazón sigue tocado pero no hundido. Soy un hacha con lo intelectual, pero tengo un hándicap: mis propios nervios que aprendo a templarlos cada día. Me ayuda mucho para todo la fe y lo voluntariosa que soy en casa. Y tanto en el hogar como fuera, soy muy responsable, pero a la vez soy divertida, un poco payaseta. Ahora que me encuentro genial, nada me quita el sabor de la alegría que ha llegado a mi vida. Es verdad que a veces me enfado, pero no me lo tengáis en cuenta, al poco tiempo me desenfado. Y nada, casi no veo televisión: el descanso del verano. Soy feliz con poco, con una frase de aliento, con algún aplauso, o algún piropo que no sea faltón. Y la verdad, me quedaría a vivir en Cullera, porque es bonita esta playa y la gente en general es buena gente, o eso creo. Y por otro lado, quiero mucho a mis diez sobrinos. El mayor acaba de cumplir treinta años. Y bueno, todos han salido buenos chicos e inteligentes. Y bueno, nada más, aún me queda un mes más o menos de vacaciones. Lo que más pido al de arriba para los míos y conocidos es salud, por leerme os pediré también salud para vosotros, seguidores mudos....y nada hay veces cuando alguien quiere medrar a tu costa o te quiere malmeter que es mejor no hacer caso de lo que piensan de uno, de una, en este caso yo misma. ya lo dice el refrán "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio". ¿Mi futuro? No lo sé, sólo procuro vivir feliz y al día. Besooooossssssss seguidddddorrrrrrreeeeeeeesssss mudosssssss:
Mónica Rubio Ochoa
1-09-2018
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