Aprendo a vivir cada día un poco mejor, intentando estar tranquila y haciendo las cosas con cuidado y con buena educación. No me gusta mandar, nada, pero hay veces que tienes que decir: eh, que aquí estoy yo. Me gusta prestar atención a las cosas, por ejemplo puedo estar viendo cualquier programa de televisión y soy facilona porque me engancho pronto y me río de según qué situaciones. Me gusta debatir las cosas sin caer en una discusión. Y bueno, me gusta estar con mi padre y con mis hermanos, me siento protegida por mi familia, aunque hay algunos que no me hacen ni caso a veces, como en todas las familias. Yo diría que tengo más corazón que coco, pues se me toca la fibra sensible muy fácilmente. Y soy de las que lloro por nada, y aunque no quiera, hay veces que lloro durante un buen rato. Puede que sencillamente el amor de mi vida haya pasado de largo. No importa, no puedo obligar a que se me quiera tanto como yo amo. Ya os he dicho que tengo más corazón que coco. Me gusta enterarme de la actualidad y eso que es duro, muy duro el tiempo que nos está tocando vivir con la pandemia, creo que los ciudadanos de a pies estamos bastante por no decir mucho, desgastados. Espero que de alguna manera podamos ayudar a la gente que lo está pasando mucho peor, que siempre tendemos todos a creernos el ombligo del mundo, y hay gente que está sufriendo mucho. Ayudemos. Sí, aunque sea con poco. Y ahora los adultos tenemos que dar ejemplo a los niños pequeños, es tiempo de recogimiento y de apertura a los demás. Tengamos paciencia los unos con los otros. Y nada más por hoy, que tengáis unos días muy buenos y haber si pasa el temporal, que llevamos una rachita que ya, ya...
Mónica Rubio Ochoa
22-enero-2021
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