sábado, 16 de enero de 2021

POR FIN

 Por fin ha llegado a mi corazón la paz de espíritu, y aunque soy muy sentida y he tragado mucho en esta vida, ya lo he podido perdonar todo. Pero me siguen pareciendo muchas cosas injustas, y ya no me atrevo a decir nada porqué parece que  a veces me he quejado en balde. Sin embargo, tengo mucho arrojo y poca psicología, soy una buena persona o aspiro a ser al menos un poco mejor cada día. Por primera vez en mi vida disfruto de todo a mi manera, que es una manera optimista de verlo todo. He dado muchos traspiés, personales, y no, nadie tiene la culpa, aunque haya algún que otro berzotas suelto. Me gusta ser como soy, vivo de una manera sencilla, pero me puede la mala educación o lo que es peor, la mala baba. Estoy orgullosa de mi familia. Es una buena familia. No me gusta discutir, odio las discusiones, pero si es verdad que a veces las veo en la tele y me descargan: que discutan otros. Yo he crecido de una manera algo torcida, pero me pongo firme en todos los temas que tocan la salud, puesto que yo que creía que nadie se metía conmigo, y sí, yo soy la que pierde siempre. Pero soy firme en mi Fe, y eso es lo que menos me cuesta, me sale natural. Gracias a muchísima gente que se ha volcado en mí. Ha hecho, las buenas personas que me escucharon,  he tenido un problema gigante de baja autoestima, y hoy ya puedo decir que, gracias a Dios he podido aceptarme tal y como soy. En el amor, tenía tantos sentimientos hacia una persona, que no veía nada de lo que se murmuraba de mí. Y para algunas personas: murmurar  está muy mal. Y a la gente que me hizo daño en el pasado dedicarle este bonito refrán  "a enemigo que huye, puente de plata. Esta mañana he dado una vueltecita yo solita, se estaba de maravilla al sol. Besitos a los que me leéis. Seguid haciéndolo, no encontraréis nada malo en mí. 

Mónica Rubio Ochoa

16-enero-2021

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