No soy una princesa, no necesito dar una explicación ante nadie de las cosas que hago o siento. Yo voy por libre, y a la única persona que tengo que dar explicaciones es a mi buen padre. Me equivoco como todo el mundo, pero se sacar lo bueno que hay en mí, que me indican que sí, que hay que perdonar, pero no hay que dar demasiadas explicaciones a algunas mentes obcecadas que aún creen que insultando se es más machito o gallito, valgan las dos acepciones. Y sí, se me ha vilipendiado, se han metido conmigo y hasta se burlan de mi voz. Con su pan se coman sus críticas. Tengo amistades, y eso me encanta, algunas aparecen y desaparecen, pero hay cuatro que están siempre ahí. Salimos juntas desde hace muchísimos años, hemos compartido alegrías, felicidad, nos hemos apoyado en los peores momentos, hemos celebrado cumpleaños, nacimientos y también fallecimientos de algún ser querido. La amistad se forja con los años, la buena amistad dura por siempre, al menos así lo siento yo. Me he refugiado en mi casa en estos tremendos cambios por el coronavirus, y yo espero que se arregle todo y haya vacunas para todos. Por lo demás, vuelvo a nacer con cada nuevo día, y es lo que celebro el bello día de hoy. Y hago muchas fotos, fotos de lo que captan mis ojos, en Valencia hay sitios muy bonitos que retratar. Y sigo pintando, me relaja, soy muy creativa. ¿Qué tengo problemas? Sí, me cuido mucho, Hay días que veo la televisión, la suelo ver a ratitos y soy muy sensiblona, lloro cuando veo llorar. Y es tan fácil hacerme reír. Sigo con muchas ilusiones, con ganas ya de Cullereta, y nunca he sido una princesa, como reza en mi encabezado, aunque sí tengo mucha educación, a mis padres gracias. Besitos a todos................. kisess.¡ Feliz sábado!
Mónica Rubio Ochoa
30-enero-2021
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