las sensaciones que tengo sobre mi estancia en Cullera son muy positivas, creo que después de sufrir tanto me merezco un gran respiro, y sé que para mí esta playa es "mágica". Ahora estoy escribiendo frente al mar desde mi terraza. El día es precioso, y no hay nada que pueda deprimirme. Nada, nada, nada. Todo lo que he avanzado lo he conseguido por mi misma con ayuda de los míos, pero no me voy a extender con eso. Sólo sé que esta vida me da una nueva oportunidad, y quiero aprovecharla. Las sensaciones son muy buenas, como he dicho al principio. Creo que he cambiado, hay cosas que te hacen más fuerte, pese a ser frágil en otros aspectos de la vida. y me apoyo mucho en mi familia, que es en líneas generales muy buena. No tengo maldad ni doblez, aunque sería pensar de tontos el caer bien a todo el mundo, como a mí me caen mal algunos...pero es que hay cada capullo suelto que no veas. Y bueno, me he dado un gran paseo con mi padre por Culera, y estoy un poco somnolienta y cansada. he dormido a pierna suelta, y es enriquecedor el ruido de las olas en mis oídos. ¿Se puede pedir más?...no, al menos no se debe, porque mis ojos están secos de lágrimas y se han tornado como espejos por donde capto mi realidad y mi boca la que enmudece ante cosas que no me gustan. Pero me encuentro muy bien, mi vida es maravillosa, y me siento feliz en mi piel. Y nada, todos los que me leéis, a seguir bien. Ha vuelto a mí la sonrisa de alma y es muy importante para mí. besitosss a los que me leéis. Cullera es mi refugio, mi hogar, junto con Valencia.
Mónica Rubio Ochoa
26-mayo-2020
En especial a los más jóvenes les diría que disfrutaran pero con cabeza, y siguieran formándose porqué cuanto más sabes más disfrutas y entiendes la vida
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