GRITÉ
TU NOMBRE
Grité tu
nombre,
Y el
cielo me devolvió soledad,
Grité tu
nombre,
Y perdí
mi corazón,
Hoy, que
resucito al sentimiento,
Me he
despertado oyendo
La música
en el viento.
Mónica
Rubio Ochoa
05-mayo-2020
MIL LÁGRIMAS
Mil lágrimas
surcaron su rostro, una por cada decepción, pero floreció de repente como una
mujer cansada pero bella en sus poemas y alegatos. Ella era una princesa sin
reino, una luz en el camino, que brillaba con luz propia y no le costaba hacer
nada malo, y no lo hizo. Se refugió en una moderada soledad en la que sólo
entraban aquellos que esta mujer dejaba, unos pocos recuerdos del ayer, y una
rutina floreciente.
Un buen día las
lágrimas como por arte de magia dejo entrar a las risas, los silencios se tornaron
en una dulce dicción, su torpeza cambió por su creatividad, y su existencia fue
sencillamente como melodía y alegría, puro amor y puro corazón. Ya no corría
tras sueños rotos. Ya no velaba por la noche sino que tranquilamente, dormía.
Mónica Rubio Ochoa
01-marzo-2019
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