SUSPIRAS
Suspiras,
mi sonrisa te puede
Y tú, tan
pequeña en el mundo
Me devuelves
la sonrisa,
Como finas
perlas
Suspiras
y me ves a lo lejos,
Me olvidas
aunque de los dos
Sea el
que más pierde.
Y te
levantas al despuntar el alba,
Y te
despides con un beso en el aire,
Y sientes
llanto del que quema
Mujer de
sencilla sonrisa risueña
Mónica
Rubio Ochoa
08-mayo-20
DULCINEA
Sufrí al verla llegar, tan
voluble, tan insegura, un manojito de nervios hecha mujer. Tenía mil historias
que contar y otras tantas que inventar. Era sencilla y demasiado “normal”. Su
risa, tan fresca, tan sana, tan de verdad me volvía un truhan intentando
sonrojarla, o incluso, válgame la arrogancia, robarle un beso. Siempre estaba
ayudando en su casa, y enfrascada en algún libro, era tan bella que mis ojos
recorrían su cuerpo sin sonrojarse. Parece que esta mujercita tan bella soñaba
con grandes historias, y escribía cosas con una gran imaginación, pero todo era
tan dulce en su forma de hacer las cosas, que sentía que quería pasar el resto
de mi vida con ella. Tenía unos ojos negros que eran capaces de fundir los
plomos de mi corazón. Sí, sin dudarlo, estaba enamorado de ella, dulce
Dulcinea.
25-08-2018
Mónica
Rubio Ochoa
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