DÉJAME
Déjame desabrocharte el alma y
ver además el fondo de tu corazón, dulce mujer de piel de melocotón. Mas tus
labios no me quieren besar, y huyes en busca de tu libertad. Dices que me
quieres pero te alejas por el miedo a sufrir. Ahhh y yo que necesito tenerte a
mi vera, huyes hacia adelante sin dar ni un
traspiés. Eres buena pero tu alma está marcada de intolerancia de otros
hacia a ti, y eres especial, especial como la vida maravillosa que predicas por
tu linda boca. Y tus labios sonrosados me plantan un beso para luego huir con
descaro. ¿Qué te diría, pequeña mía? Que eres la sinceridad pero también el
temperamento y vas de frente, sin sufrimientos vacuos, y yo te veo y me digo:
¿Por qué te dejé partir cuando jóvenes?. Y tu te escapas derramando una lágrima
que cae al suelo con la amargura del desamor que te llega siempre, mi niña,
después del amor.
Mónica
Rubio Ochoa
09-mayo-2020
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